Los valores humanos son valores de la humanidad, y por lo tanto, los valores cristianos no son en esencia diferentes de los valores humanos. Lo que los diferencia es su origen (la acción de Dios en el hombre por la gracia y la revelación cristiana) y su fin (la comunión eterna con Dios y los demás en el cielo). El cristianismo los incorpora a la dimensión sobrenatural dándoles un sentido nuevo.
Cristo asume la naturaleza humana, redime al hombre de su naturaleza caída y le abre la posibilidad de alcanzar la vida eterna, a través de la perfección de su propia naturaleza. De ahí que el cristianismo no cambia los valores, sino que los desarrolla y profundiza desde la perspectiva de la vida eterna.
0 comentarios:
Publicar un comentario